Buena parte del empresariado opina que la decisión de la Generalitat de preservar como espacio natural el 30,2% del territorio de Cataluña -frente al 19,3% que hoy está protegido- es "hacer el Quijote" en una Europa más pragmática, ya que la Unión Europea (UE) sólo tiene calificado como espacio protegido el 11,6% del suelo. La apuesta catalana, según los empresarios, pasará factura a la economía.
La Cámara de Comercio de Barcelona echó mano ayer de las cifras europeas para demostrar que el territorio que la Generalitat quiere proteger como espacio natural resulta "excesivo". Alemania tiene integrado en la Red Natura 2000 -que promueve la preservación de especies y hábitats en peligro- el 7% de su territorio, el Reino Unido el 6,5% y Francia el 6,8%. En el otro extremo se sitúa España, cuyo 22,6% del territorio está protegido como espacio natural, y Eslovenia, que ha integrado el 31,4% de su suelo en la Red Natural 2000.
Con este panorama, a falta de una evaluación definitiva, la corporación que preside Miquel Valls calificó ayer de "desmesurado" ampliar del 19,3% al 30,2% el territorio catalán que quedará protegido.
La patronal Fomento del Trabajo considera que la política "medioambientalista" del Gobierno tripartito pasará factura a la economía, sobre todo porque "no se han pedido compensaciones económicas por ello". El director del Servicio de Estudios, Salvador Guillermo, consideró ayer que Cataluña "hace un poco el Quijote en su política medioambiental porque el resto de países europeos está haciendo otro juego" más restrictivo.
El presidente de la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa (Fepime), Eusebi Cima, también se manifestó "sorprendido" por el plan de la Generalitat y cuestionó su necesidad advirtiendo del "impacto que puede tener sobre la estructura económica" catalana.
Por el contrario, tanto la cámara como Fomento y Fepime manifestaron su satisfacción por la decisión de la Generalitat de excluir la franja marítima situada frente al aeropuerto de Barcelona de la red de espacios protegidos. Esta exclusión abre la puerta a la ampliación del aeropuerto de El Prat y a la construcción de una cuarta pista en terreno ganado al mar, aunque la Generalitat ha negado que éste sea el motivo por el que dicha zona, protegida inicialmente, quede fuera de la Red Natura 2000.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de abril de 2006