El Senado belga aprobó ayer por un voto de diferencia que los matrimonios gays puedan adoptar niños. Con ello, todos los países que permiten a las personas del mismo sexo casarse -España, Holanda, Canadá y Bélgica- permiten este proceso. Bélgica fue, en 2003, el segundo país del mundo en autorizar las bodas entre personas del mismo sexo. Pero, al igual que el pionero, Holanda, la legislación no incluía la posibilidad de la adopción conjunta. Este derecho ha sido incorporado después. La causa era evitar problemas para la adopción en el extranjero, ya que algunos de los países de origen de los niños no permitirían que fueran adoptados por homosexuales.
España fue el primer país, en julio del año pasado, que concedió este derecho. El Parlamento español no tuvo que aprobar ninguna ley especial para ello, ya que el Código Civil permite la adopción conjunta para los matrimonios, aparte de para las parejas de hecho heterosexuales y los solteros.
En Canadá el proceso fue al revés: primero se permitió la adopción por parejas homosexuales, y luego el matrimonio. Esta última ley está ahora en peligro, tras el triunfo de los conservadores en las elecciones.
La Federación Española de Lesbianas, Gays y Transexuales se felicitó ayer de la aprobación de la ley belga, que atribuyó al ejemplo español. La Federación aprovechó para recordar al Gobierno español que aparte del matrimonio homosexual, en el programa electoral del PSOE figura la promesa de una ley que regule el cambio de sexo en el Registro Civil para los transexuales. Esta norma fue anunciada en diciembre, pero todavía no se ha presentado el anteproyecto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de abril de 2006