El presidente del PP, Mariano Rajoy, inició ayer en Lleida su particular cruzada en contra del nuevo Estatuto de Cataluña, al que acusó, una vez más, de ser contrario a la Constitución y de perjudicar a los ciudadanos catalanes y del resto de España.
Cuando los populares catalanes anunciaron hace unas semanas su "contundente" campaña en contra del Estatuto y por el no en el referéndum de ratificación, invitaron a Rajoy a implicarse en la ofensiva activamente y a diario. El líder del PP prometió incrementar su presencia en Cataluña con el fin de promover con ahínco el rechazo al Estatuto y para convencer a los 600.000 catalanes que le votaron en las últimas elecciones generales. Sus principales argumentos serán "la defensa de la Constitución, de la nación española, de la igualdad de derechos y del sentido común".
El nuevo Estatuto es "lesivo" para los catalanes, consideración que Rajoy ha repetido en múltiples ocasiones y que recordó ayer, en un almuerzo con 400 militantes y simpatizantes. "La reforma no gusta ni a tirios ni a troyanos", señaló. En este sentido, el líder de la oposición se preguntó en qué aspectos saldrán beneficiados los catalanes con la carta autonómica. "Yo no los encuentro", zanjó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de abril de 2006