El todavía primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, derrotado en las elecciones generales de los pasados días 9 y 10 por la coalición de Romano Prodi, rompió ayer su silencio. En un mitin en Trieste (noreste), se declaró el vencedor moral, y aseguró que el Gobierno de centro-izquierda será un mero "paréntesis". Berlusconi dijo que no tiene intención de llamar a Prodi para felicitarle, e insistió en que hubo "clamorosas irregularidades".
"No creo que estos señores logren gobernar, serán sólo un paréntesis, nosotros seremos capaces de hacerles inofensivos. No lograrán arruinar nuestras reformas, defenderemos nuestra libertad", dijo Berlusconi en una convención de su partido, Forza Italia. El jefe de Gobierno dijo que no llamará a su rival -a quien ya han felicitado los principales líderes internacionales- ni le deseará un buen trabajo "porque sería un deseo contra los intereses de Italia".
Berlusconi admitió que el resultado electoral no fue el esperado, pero insistió en que, por número de votos, su coalición, la Casa de las Libertades, es "la primera de Italia". La alianza de Berlusconi obtuvo más papeletas que La Unión de Prodi en el Senado, pese a lo cual el centro-izquierda tiene mayoría en ambas Cámaras por la aplicación de una reciente reforma de la ley electoral italiana, presentada a instancias del propio primer ministro para favorecer a su coalición.
"Somos los vencedores morales, políticos", insistió Berlusconi, quien denunció por enésima vez "clamorosas irregularidades" en el recuento, pese a que el Tribunal de Casación, similar al Supremo español, ratificó este miércoles la victoria de Prodi en la Cámara de Diputados por 24.755 votos.
En una entrevista publicada ayer en el diario Piccolo de Trieste, el primer ministro aseguraba que el tribunal controló sólo los sufragios dudosos y "no verificó el millón de papeletas anuladas". También insistía en que algunos tribunales locales hicieron el recuento "con una prisa injustificada", y pedía "controles suplementarios". El centro-derecha recurrirá el recuento ante la justicia administrativa.
Por otra parte, el Gobierno de EE UU reconoció el jueves la victoria de Prodi y el presidente, George W. Bush, llamó ayer a Prodi para felicitarle, según informó un portavoz de La Unión. La semana pasada, el presidente estadounidense, aliado cercano de Berlusconi, evitó felicitar al vencedor y argumentó que los resultados habían sido impugnados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de abril de 2006