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Entrevista:CLIFFORD KUPCHAN | Analista internacional | El desafío iraní

"EE UU tendrá que elegir entre aceptar un Irán nuclear o lanzar ataques"

Washington
A menos de una semana de que concluya el plazo dado por la ONU para que Irán deje de enriquecer uranio, Estados Unidos tiene sobre la mesa todas las opciones para tratar de impedir que Teherán se dote de armamento nuclear. El presidente, George W. Bush, asegura que no descarta ninguna medida para frenar los planes nucleares de los ayatolás, que se benefician de la división entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad para proseguir su programa. Teherán acaba de anunciar la construcción de dos nuevas centrales atómicas. Pese a ello, EE UU apuesta por dar más juego a la diplomacia. Si la negociación falla, tendrá que elegir entre una guerra o un Irán nuclear.

"Creo que es muy improbable que EE UU permita a Irán proseguir con un enriquecimiento de uranio que le pondría muy cerca del arma nuclear". Clifford Kupchan, que trabajó en el Departamento de Estado y el Congreso y que pertenece al Grupo de asesoría internacional Eurasia, piensa que "casi todas las opciones son malas". O hay algún compromiso como el que propuso Rusia y apoyaron la UE y EE UU "o quedará sólo la opción militar".

Pregunta. ¿Washington tiene nuevos planes militares para Irán?

Respuesta. EE UU cuenta habitualmente con planes militares para países como Irán, Corea del Norte y otros. Dado el intento de Irán de producir uranio enriquecido independientemente de lo que piense la comunidad internacional, creo que estos planes se han empezado a refinar, a tomar más en serio. Creo también que no van a ser aplicados a corto plazo.

P. ¿Qué entiende por corto plazo?

R. Que nos falta todavía un año, al menos, para empezar incluso a pensar seriamente en su ejecución. Ahora se toman más en serio por las declaraciones del presidente iraní.

P. ¿Hay mayor presión por todas partes?

R. Bush ha dicho en varias ocasiones que no descarta ninguna opción. Yo diría que estamos en una situación que propicia la escalada, y que estas situaciones siempre son arriesgadas.

P. ¿Qué van a hacer los países implicados en la crisis?

R. Rusia es la clave; los chinos seguirán a Rusia en este conflicto. Acabo de llegar de Moscú y creo que los rusos se opondrán inicialmente a cualquier resolución basada en el Capítulo VII de la Carta de la ONU [la amenaza de la fuerza para su cumplimiento]; después de un mes o así de aplazamientos, aceptarán una resolución dentro del Capítulo VII. Habrá sanciones sobre viajes y fondos que afectarán a los dirigentes iraníes; Rusia lo aceptará o se abstendrá, pero si se llega a una fase de sanciones estrictas en el sector de la energía, creo que la coalición se fragmentará: Rusia y China las bloquearían. EE UU lo sabe y está haciendo sus planes teniéndolo en cuenta.

P. ¿Planes de qué tipo?

R. Planes para trabajar con la UE y con el G-7, planes para poner en marcha una coalición lo más fuerte posible y adoptar, si es posible, sanciones estrictas relacionadas con el sector energético iraní.

P. ¿Ve algún paralelismo con la crisis iraquí?

R. Es completamente distinto. El proceso puede parecer similar, pero la gran diferencia es que nunca se llegaron a encontrar armas de destrucción masiva en Irak, mientras que las instalaciones nucleares de Irán aparecen todos los días en la televisión iraní. No necesitamos que la CIA nos diga que existen. ¿Desarrollarán una bomba? Quién sabe. Pero hay indicios de que quieren dejar abierta esa opción.

P. ¿Qué opciones hay en esta crisis?

R. Esperemos que no haya un desenlace militar, pero yo temo que EE UU tendrá que elegir entre aceptar un Irán nuclear o lanzar algunos ataques. Yo no descartaría ningún desenlace, pero creo que va a ser muy difícil que el Gobierno acepte un Irán nuclear.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de abril de 2006