La reunión entre dirigentes de los dos principales movimientos palestinos -Al Fatah y Hamás- destinada a la reconciliación, tras graves acusaciones mutuas, acabó ayer en Gaza en enfrentamientos, pedradas, disparos al aire y una veintena de heridos. Al mismo tiempo, el Gobierno, en manos de los integristas de Hamás, rechazó el veto del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, que pretende evitar la creación de un nuevo cuerpo policial formado por milicianos y el nombramiento como director general del Ministerio de Interior de Yamal Abu Samhadana, líder del grupo armado Comités Populares de Resistencia.
Los enfrentamientos se prolongaron varias horas cerca de la universidad de Gaza, con decenas de seguidores de Hamás y Al Fatah lanzándose piedras, cócteles molotov, mientras encapuchados de ambos lados disparaban al aire.
El detonante, la lucha por el control de los organismos de seguridad y las denuncias de Jaled Mashal, líder de Hamás en el exterior, que acusaba a Abbas de "colaboracionista de Israel", además de referirse de forma irónica a la condena del presidente palestino del último atentado en Tel Aviv: "Me pregunto qué es más bajo: si llegar a Tel Aviv a explotar o lo que hacen los dirigentes de la ANP de ir a sus restaurantes a comer y emborracharse". Ayer, otros dirigentes integristas acusaron a Al Fatah de "hacer el juego a EE UU e Israel para propiciar la caída del Gobierno".
Ocupación del Parlamento
Como respuesta, decenas de miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, el brazo armado de Al Fatah, se lanzaron a las calles de Gaza, Nablús y Yenín para denunciar a Mashal "por encender y preparar una guerra civil". Un millar de partidarios de Al Fatah ocuparon el Parlamento en Gaza, dispararon al aire y gritaron consignas contra Mashal, según informa France Presse.
El jefe negociador de la ANP y habitualmente tranquilo Saeb Erekat no pudo contenerse y exclamó: "¿Qué cree Mashal? ¿Que no tenemos boca para responderle?". Mientras tanto, Abbas seguía en Ammán, donde se entrevistó con miembros del Gobierno jordano para tratar el supuesto contrabando de armas realizado por activistas de Hamás. "Todo lo que he escuchado es increíble y peligroso", afirmó.
Nabil Amer, consejero de Abbas, reconoció ayer que EE UU ha presionado a organismos financieros internacionales para que no transfieran dinero al Gobierno de Hamás. "La Liga Árabe no ha conseguido transferir ni un solo céntimo debido a la influencia norteamericana en los bancos", dijo.
Por otro lado, ayer se dio a conocer que en una reunión celebrada el pasado jueves, el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, y el líder laborista, Amir Peretz, llegaron prácticamente a un acuerdo para formar un Gobierno de coalición. Según fuentes laboristas, Olmert les entregará siete ministerios, entre ellos Defensa, que asumirá en principio Peretz.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de abril de 2006