Luis S., el niño de cuatro años que falleció al meter la cabeza en una papelera de su colegio durante el recreo, murió por "asfixia" al introducir el cuello dentro de la misma y quedar atrapado. Así se desprende de los primeros datos de la investigación que ha iniciado el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla. El entierro fue ayer a las 11.00 en el Cementerio de San Fernando (Sevilla).
El pequeño medía 0,90 centímetros y la abertura de la papelera, de tipo buzón, está situada a poco más de un metro. El niño, según las primeras hipótesis, saltó y se aupó para tratar de mirar dentro. Introdujo la cabeza en la ranura y cuando trató de salir no pudo. En el patio del centro de Infantil y Primaria Jacarandá de Sevilla Este había en ese momento, las 12.15 del martes, 240 alumnos vigilados por 23 adultos, según la Delegación de Educación. Y en el espacio no existe ningún ángulo muerto. Ramón Bulnes, portavoz de la Federación de Entidades Ciudadanas de Sevilla Este, solicitó ayer la supresión "inmediata" de este modelo de papelera de todos los colegios de la capital. Jaime Mougán, el delegado provincial de Educación, calificó el hecho de "desgraciado accidente". Alejandro Molino, el presidente de la asociación de padres manifestó que lo "importante" es saber si se podría haber evitado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de abril de 2006