Un inmigrante marroquí de 31 años falleció el miércoles en uno de los calabozos que tiene la policía en el paso fronterizo del Tarajal, en Ceuta. Según informó ayer la Delegación del Gobierno, la muerte se produjo "por causas naturales" sobre las ocho de la tarde del miércoles. El marroquí, cuyas iniciales son S. D., estaba detenido a la espera de ser devuelto a su país cuando sufrió un ataque de asma, enfermedad que padecía de forma crónica, explicó la delegación, "sin que pudiera ser reanimado pese a los esfuerzos (...) de los agentes que lo custodiaban".
Los policías llamaron al 061, cuya ambulancia tardó cuatro minutos en llegar. Los sanitarios sólo pudieron certificar su muerte y esperar al forense. Éste estimó en un primer examen que la muerte se debió a una asfixia provocada por la enfermedad crónica que padecía el inmigrante, que esa mañana había sido trasladado al hospital del Instituto de Gestión Sanitaria de Ceuta, donde fue examinado con un ataque de asma y luego reingresado en los calabozos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de abril de 2006