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CARTAS AL DIRECTOR

El habitante del Pirineo, en segundo plano

Francia ya ha soltado al primer oso en el Pirineo. Como ya viene siendo habitual, el Gobierno galo ha desoído las opiniones de los representantes aragoneses y ha primado únicamente sus intereses. Ahora, me pregunto, ¿qué pasará con los derechos de los habitantes del Pirineo aragonés? ¿No son válidos? ¿Tendremos que ser simios, monos o gorilas?

En los últimos 100 años, la población del Pirineo ha descendido a la mitad. Para ser concretos, hemos pasado de 102.000 habitantes a 47.000. Sin duda, esta caída responde en gran medida a una falta de atención, pues, si se priman los derechos de los animales, ¿por qué se están dejando de lado los de las personas?

Lamentablemente, la dejadez de las administraciones públicas ante las peticiones de los alcaldes del Pirineo aragonés empieza a ser muy preocupante. Reclamamos mejoras en comunicaciones, sanidad, educación, viviendas... En definitiva, ayudas para lograr el bienestar y la comodidad que nos merecemos.

Los habitantes del Pirineo aragonés no se pueden quedar siempre en un segundo plano. Queremos que se nos reconozcan nuestros derechos para poder mantener los bienes que hemos trabajado día tras día.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de abril de 2006