El loro Pepo estuvo cinco días "detenido" por orden judicial en la ciudad argentina de Rafaela hasta que "confesó" la identidad de su dueño, con lo que se dirimió una disputa por su posesión. Después de sucesivos "interrogatorios" en una comisaría de policía, el pájaro terminó por llamar a "Jorge", en alusión a Jorge Machado, quien junto con su esposa había denunciado el robo. Pepo desapareció el jueves de la semana pasada de la percha que ocupaba en el patio de la casa de los Machado, que emprendieron una intensa búsqueda hasta que los hijos del matrimonio lo hallaron en manos de la familia Vega, que vive a unos cien metros de ellos. Pero los Vega se negaron a devolver la mascota con el argumento de que habían hallado a Pepo mucho antes de su desaparición. Estalló así una disputa entre ambas familias que puso al loro "en un evidente estado de shock" que le impidió identificar a su verdadero dueño, señaló Machado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de abril de 2006