Optar por una beca posdoctoral del Ministerio de Educación y Ciencia es el camino elegido por muchos jóvenes investigadores españoles tras obtener el título de doctor. Muchos de ellos enviaron sus solicitudes en la convocatoria del pasado mes de octubre, para poder continuar sus proyectos de investigación a partir del primero de mayo de este año, en muchos casos, en centros de investigación en el extranjero.
El drama llega cuando el ministerio no cumple los plazos, y el 28 de abril (víspera de puente) todavía no había resuelto las solicitudes. ¿Cómo se sienten hoy varios cientos de jóvenes investigadores, preguntándose si deberían empezar a hacer las maletas y comprar el billete para continuar su trabajo en un centro extranjero la semana que viene, o bien deben ir pensando en otra cosa? ¿Qué interés demuestra el ministerio por los proyectos de estos investigadores, que a día de hoy se encuentran en el limbo sin saber si van a tener continuidad la semana que viene?
Lo más lamentable es que esta situación no es nueva, sino que se ha venido repitiendo en la mayoría de las convocatorias anteriores. No caben excusas: cuando algo sale mal una vez, a la siguiente se corrige. La única interpretación posible es el desprecio que en el fondo el ministerio siente hacia sus jóvenes investigadores, por un lado, y los proyectos de investigación que éstos desarrollan, por otro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de abril de 2006