Batalla fratricida en uno de los mayores grupos siderúrgicos españoles. Francisco y José María Rubiralta, que comparten la propiedad y la administración de Celsa, protagonizan un serio enfrentamiento de consecuencias imprevisibles para el grupo, según fuentes del entorno de la familia.
El objeto de la discordia ha sido la compra de la empresa finlandesa de productos de acero para la construcción Fundia (del grupo Rataruuki) por 123 millones de euros, operación que se frustró por su excesivo endeudamiento, según fuentes jurídicas.
En contra de lo aparecido en la propia página web de Ruuki (como se conoce al grupo en Finlandia), José María Rubiralta ha desmentido que Celsa haya comprado Fundia y que Bosian Time, sociedad que en las mismas informaciones aparece como intermediaria en la operación, sea una filial financiera del grupo siderúrgico catalán.
José María Rubiralta exige, en un comunicado de prensa, que se "aclare este error, especialmente cuando Fundia, empresa que se dice sería objeto de adquisición, compite con Celsa en el mercado". Bosian Time está participada por Francesc Rubiralta Rubió, hijo de Francisco Rubiralta.
"Celsa renunció a la compra en su momento. ¿Para qué se ha llevado a cabo entonces esta operación, para competir?", señalaban ayer fuentes próximas a José María Rubiralta, que añaden: "Hay que aclarar cuanto antes quién ha comprado Fundia y por qué". Será difícil que Celsa vaya a mantener su estructura accionarial como hasta la fecha y no se descarta que la crisis derive en una "ruptura patrimonial", según fuentes jurídicas.
Grupo Celsa, que en 2004 facturó más de 2.500 millones de euros, está formado por cinco cabeceras: Compañía Española de Laminación (Celsa), Nervacero, Global Steel Wire, Celsa UK y la polaca Celsa Huta Ostrowiec. Hace un par de años cerró Trefilerías Quijano, en Cantabria.
Francisco y José María Rubiralta comparten, asimismo, la propiedad de Werfen, cabecera de un grupo internacional especializado en equipos para diagnosis clínica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de mayo de 2006