Los sindicatos nacionalistas ELA y LAB recibieron ayer con gran dureza el acuerdo sobre la reforma laboral que el Gobierno central cerró el pasado jueves con los agentes sociales tras más de un año de negociaciones. El pacto permitirá, entre otros puntos, convertir en fijo a todo contratado temporal que haya tratabajado 24 meses en total en el mismo puesto en un periodo de dos años y medio. Para ambas centrales, el acuerdo supone un "fraude" para los trabajadores.
La reforma incluye también que los empresarios que contraten de forma indefinida a colectivos con dificultades de inserción laboral recibirán subvenciones de entre 500 y 3.200 euros. Los contratos temporales que se conviertan en fijos hasta el próximo 31 de diciembre tendrán una ayuda de 800 euros.
Adolfo Muñoz, responsable de Acción Sindical de ELA, señaló en un comunicado que esta reforma supone "dar un paso más para convertir en eventual todo el empleo indistintamente de cómo se le llame al contrato, por la vía de la reducción de las indemnizaciones". Este dirigente de la central mayoritaria vasca añadió que el pacto significa "un fraude a los trabajadores" y "una nueva transferencia de renta a los empresarios. Es un parche más de una reforma inacabada del mercado de trabajo que, una vez más, beneficia a los empresarios".
Despido "más barato"
ELA aprovecha la ocasión para arremeter contra CCOO y UGT, firmantes del pacto junto con la patronal CEOE y el Ejecutivo socialista, por aceptar "la generalización de un despido improcedente más barato".
La central mayoritaria subraya que esta reforma no ataca el principal problema del mercado laboral, que "tiene que ver con el tremendo fraude existente en la contratación temporal", frente a la que "no existe sanción alguna y la consecuencia es que defraudar por sistema sale gratis a la patronal".
La secretaria general adjunta de LAB, Ainhoa Etxaide, declaró a Europa Press que la reforma va a significar "un nuevo fraude a la clase trabajadora" porque se trata de un acuerdo hecho "a la medida del empresario".
Etxaide criticó que las nuevas medidas no obligan a los patronos a adoptar "ninguna medida eficaz" para mejorar las condiciones laborales. "Es una reforma a favor del empresario, porque se sigue en la misma tendencia de reducir costes laborales mediante bonificaciones y reducciones en las cotizaciones", añadió.
La dirigente de la central abertzale indicó que la reforma habla de un contrato indefinido que "viene a abaratar el despido", lo que nunca supone "una medida para estabilizar el empleo". En relación a los contratos eventuales, destacó que "no se habla del problema de verdad", que es el "fraude en la autorización de estos contratos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 6 de mayo de 2006