LA CONVERSACIÓN entre el presidente del Gobierno y el presidente de Andalucía debió ser curiosa:
1. -Manolo, soy José Luis. No hay más remedio: Andalucía es una realidad nacional.
-Mecachis la mar salada. ¿Lo has pactado con Pasqual?
-No, lo he pactado con Mas.
-¿Mas está de acuerdo?
-No, pero lo acepta porque Pasqual tampoco lo acepta...
-Comprendo.
-Te felicito. No todos van a poder decir eso.
2. Mientras tanto, el presidente de la Generalitat recibía otra llamada.
-¡Pasqual! Soy Carod. ¡Es indignante! Mira Andalucía: ¡realidad nacional! Casi como nosotros.
-Eh, eh. Nosotros somos un sentimiento de nación recogido en un preámbulo.
-Preámbulo declarativo.
-Pero que impregna el conjunto normativo.
"Andalucía pasaría a ser un sentimiento de nación en preámbulo declarativo, que es menos que realidad nacional"
-Qué va a impregnar. Casi prefiero realidad nacional.
-Espera, que llamo a José Luis.
3. -Te cuelgo, Manolo, que tengo una llamada en espera. ¿Diga?
-Hola, José Luis. Soy Pasqual.
-Eeeeeste es el contestador automático del presidente d...
-¡José Luis! Sé que estás ahí.
-Dííííííme.
-Que dice Carod que si podemos ser realidad nacional.
-¿Como Andalucía?
-¡No, hombre! Se sobreentiende que Andalucía pasaría a ser un sentimiento de nación en preámbulo declarativo, que es menos que realidad nacional.
-Voy a ver. Tú no hagas nada, Pasqual. Cuelga y, sobre todo, no hagas nada.
4. -¿Carod? Soy Zapatero.
-No sé ni por qué me pongo al teléfono. ¡Llama a Mas!
-No seas tonto. Sabes que eres mi prefe.
-¡Calla, José Luis Rodríguez Zalamero!
-¿Es verdad que quieres nacionalizarte andaluz?
-¿Y decir arsa quiyo vestido de torero? No, gracias. Me he informado, ¿sabes? No soy como vosotros, que tenéis una visión prejuiciosa de Cataluña.
-Pues entonces, criatura, ¿para qué quieres ser realidad nacional? Mucho mejor ser sentimiento nacional en preámbulo declarativo que impregne.
-¿Seguro?
-Mil veces mejor.
-Dime que Mas es tonto.
-Mas es tonto. Dime que no votarás nulo.
-Votaré no, que es más chulo.
5. -Manolo, soy yo otra vez.
-Dime, presidente. ¿Hacia dónde vamos ahora?
-Ya me gustaría saberlo.
-No me digas que ya no somos realidad nacional.
-Con suerte, perdemos el referéndum en Cataluña y volvemos a empezar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de mayo de 2006