Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

La Iglesia católica china nombra un nuevo obispo con la aprobación del Vaticano

La aceptación por el Vaticano de un tercer nuevo obispo chino -Paul Pei Junmin- en la ciudad nororiental de Shenyang pretende suavizar la tensión desatada entre Roma y Pekín por el nombramiento, la semana pasada, de otros dos sin consentimiento papal. La consagración del nuevo prelado, de 37 años y educado en EE UU, se ha materializado ante una semana que puede ser vital para las relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano, interrumpidas tras la fundación de la República Popular.

De momento, la Santa Sede ha convocado en Roma la próxima semana a miembros de la Iglesia católica clandestina en China para informarse de la situación que se vive sobre el terreno. Tras estas consultas, podrían producirse importantes decisiones vaticanas.

El hecho de que la agencia vaticana Asia News calificara el nombramiento del nuevo obispo auxiliar de Shenyang como "excelente" puede tener el objetivo de impedir el boicoteo del diálogo por el ala más conservadora de la Iglesia Católica Patriótica China, bajo control del Partido Comunista Chino. Testigos de la ordenación de Paul describieron que la iglesia se encontraba a rebosar, con 5.000 asistentes.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de mayo de 2006