La consejera de Bienestar y Familia, Anna Simó, se defendió ayer de las críticas lanzadas hacia su departamento por el síndic de greuges, Rafael Ribó, con relación a su actuación en el caso de la niña Alba, la menor de cinco años que está hospitalizada como consecuencia, presuntamente, de los malos tratos que le infligió su padrastro el pasado 10 de marzo. En su primera intervención pública tras conocerse que el informe del Síndic de Greuges culpa a Bienestar y Familia de no haber ejercido su responsabilidad para proteger a la pequeña, Simó dijo que entregará "en breve" a Ribó una respuesta a este informe en la que se puntualizan aspectos del texto. La consejera indicó que la directora de Atención a la Infancia, Imma Pérez, ha trabajado en la redacción de este informe asumiendo "la obligación y la necesidad" de aclarar algunos de los puntos a los que alude el Síndic.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de mayo de 2006