Las respectivas direcciones de Comisiones Obreras y de UGT dieron ayer el visto bueno al acuerdo para la reforma laboral que van a suscribir hoy el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, los secretarios generales de ambas centrales, José María Fidalgo (CC OO) y Cándido Méndez (UGT), y los presidentes de las patronales CEOE y Cepyme, José María Cuevas y Jesús Bárcenas, respectivamente.
El comité confederal de UGT respaldó el texto por unanimidad, al considerarlo "útil" para avanzar en la estabilidad del empleo y en los derechos de los trabajadores. La comisión ejecutivas de Comisiones respaldó, con 21 votos a favor, cuatro en contra y una abstención, el acuerdo, que refuerza, a su juicio, la lucha contra el fraude y la estabilidad de los puestos de trabajo.
La principal medida de la reforma laboral es obligar al empresario a hacer fijo a todo trabajador que haya encadenado dos o más contratos temporales con duración superior a dos años en un plazo de 30 meses. Precisamente, ayer la Seguridad Social presentó un estudio sobre afiliados físicos que concluye que sólo el 62,56% de los cotizantes permaneció vinculado al sistema durante todo el año 2005. Y de los que cotizaron los 12 meses al régimen general, un 17,17% disponían de contrato temporal. "Ese colectivo es el primer destinatario de la reforma laboral", aseguró Octavio Granado durante la presentación de los datos.
CC OO explicó ayer que, además de elevar la plantilla de la Inspección, será necesario actualizar la cuantía de las sanciones, que llevan 15 años intactas, y garantizar que las empresas pagan cuando cometen fraude.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 9 de mayo de 2006