Los problemas mecánicos siguen martirizando al Movistar en la Vuelta al mundo de vela. El equipo español terminó ayer quinto la sexta etapa, la más corta de la competición, de unas 400 millas entre Annapolis y Nueva York, después de sufrir la rotura del winche, una enorme pieza mecánica que permite manejar las velas, a falta de unas 10 millas para el final de la etapa. El Movistar protagonizó una reñida lucha con el Piratas del Caribe por la segunda plaza, muy lejos ambos del imparable ABN Amro 1, que ganó la etapa con dos horas y 40 minutos de ventaja. El conjunto holandés, el único con dos barcos en la prueba, dio un paso definitivo para vencer en la presente edición de la Volvo Ocean Race.
En las últimas millas, el Movistar pagó sus problemas técnicos y bajó de la tercera a la quinta posición, por detrás de ABN 1, Piratas, Brasil 1 y Eriksson. El velero español es ahora tercero en la general, medio punto detrás del Piratas, y sufrirá una penalización de dos horas en la siguiente etapa, mañana rumbo a Portsmouth (Inglaterra), por recibir ayuda exterior para reparar la nave. El Movistar ha sufrido averías en casi todas las etapas, desde roturas en la quilla hasta fracturas en el casco que casi lo hunden cerca del Cabo de Hornos.
"Nos metimos en un pozo de viento y no pudimos reaccionar", dijo el patrón, Bouwe Bekking. El Movistar presentó una protesta ante los jueces contra el Eriksson, al considerar que el barco sueco hizo una maniobra ilegal en la bahía del río Hudson. Los jueces no decidirán hasta llegar a Porstmouth.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de mayo de 2006