Un concursante de Pasapalabra (Antena 3) se embolsó más de dos millones de euros en un pispás. Estos premios son de los que hacen afición y demuestran el provecho que se puede sacar, al menos una persona, a la cosa televisiva. Más difícil lo tendrán los 80.000 espectadores, también de Antena 3, que se conjuraron en Internet el domingo a mejorar su actividad sexual. Antena 3 quiso, meses atrás, empujar a la audiencia a dejar de fumar y a adelgazar, y la audiencia siguió masivamente los programas destinados a tan loables objetivos. Sin embargo, el domingo no consiguió la misma convocatoria con el programa que titulaba con un muy optimista Mejorar tu vida sexual es fácil. Los consejos que dieron fueron razonables, pero para darlos emplearon dos largas horas. Presentaron una innovadora tecnología para mostrar las zonas calientes de dos cuerpos en plena tarea coital. La citada tecnología era una cámara térmica, un artefacto ya añejo y del que no se supo sacar ninguna conclusión. También hubo maniobras chocantes, como una encuesta en la web de la emisora en la que el internauta pulsaba un curioso botón con el siguiente enunciado: "Me comprometo a mejorar mi vida sexual". De buenas intenciones está empedrado el infierno. Su presentadora, Teresa Viejo, regresó esta semana a su 7 días 7 noches sin síntomas de resaca, en el que trató del cine porno y sus estrellas.
El tema erótico prosiguió en Channel nº 4, donde entrevistaron a una ex estrella del porno español que ha publicado un libro (este gremio está demostrando un notable furor editorial). Lo más singular: que las preguntas venían de un coro mayoritariamente femenino. En este caso no se trataba de encontrar fórmulas de autoayuda como las que intenta diariamente ofrecer La casa de cristal, en la que se ha visto a un psicólogo induciendo a su visita a encaramarse y botar sobre un sillón para sentirse capaz de volar. No vamos a discutir la eficacia de estas astucias reparadoras en un consultorio, pero cuando pretenden ser espectáculo derrapan.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de mayo de 2006