La calle del Hospital de Barcelona, como cada 11 de mayo, celebró ayer la Fira de Sant Ponç, esta muestra de dulces y productos naturales que llega puntual cada primavera. El tiempo, contrariamente a lo que ha sucedido en numerosas ocasiones, ayer acompañó, y la lluvia, fenómeno que suele estropear los actos al aire libre en esta época, no hizo acto de presencia. Fue un día soleado, algo fresquito, pero que permitió a numerosísimos ciudadanos pasear por esta zona de Ciutat Vella y abastecer sus depensas de frutas confitadas, miel de diversas clases, hierbas y plantas medicinales en los más de 90 puestos repartidos a lo largo de la calle del Hospital.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de mayo de 2006