"Si los hombres tuvieran la posibilidad de jugar con falda o maquillados, lo harían para vender mejor su imagen". De eso está convencida María Sharapova, tenista rusa de 19 años y número seis del mundo, de visita ayer en Madrid para presentar el masters series, que del 7 al 12 de noviembre reunirá a las ocho mejores tenistas mundiales.
Falda negra, camisa blanca y pendientes dorados por la mañana y vestido blanco con cinturón negro por la tarde para participar en el casting de recogepelotas masculinos para el torneo. Acostumbrada a ver sólo mujeres en ese papel, Sharapova no tenía muy claro cómo seleccionar a los modelos. "¿Qué es lo que tengo que preguntar?", dijo con una sonrisa. "Nada, lo que quieras; incluso algo de geografía y política", le aconsejó el asesor de la competición mientras entraban 15 chicos españoles, suramericanos y africanos.
Todos llevaban una gorra, pantalón corto y camisa. Algunos iban descalzos, otros con calcetines negros y otros con zapatillas. "Espero que estén buenos", había comentado por la mañana la altísima Sharapova. Se quedó satisfecha de la belleza de todos, pero no de su preparación. ¿Quién ganó Wimbledon en 2004?, le preguntaron a uno de los candidatos. Éste, desconocedor de que fuera Sharapova la que se alzó con el título en el césped londinense -fue la primera rusa que lo consiguió-, bajó la cabeza en busca de alguna sugerencia. "María, fue María", le susurraba el público. "¡María!", contestó él. "Demasiado tarde", le dijo Sharapova sin perder su sonrisa. Eliminado.
Otro candidato y el mismo resultado. ¿Quién es tu tenista favorita?, fue la pregunta. Sin cortarse, respondió: "Davenport". "¡Te doy un cero!", le gritó Sharapova. Y es que la estadounidense Lindsay Davenport es su perseguidora más cercana, ya que está en la séptima posición en el ránking, a tan sólo 132 puntos. Después de una hora -tanto duró la selección-, todavía no había quedado claro con qué criterio fueron designados los 12 ganadores. Algunos no conocían ni las reglas del tenis. Ella sí que las conoce y hoy estará en Roma preparándose para el masters series de esa ciudad, que empezará el lunes. Su vida se desarrolla entre raquetas y compromisos publicitarios, pero Sharapova descarta que éstos le quiten concentración. "Me gusta el dinero y me gusta ganarlo", dijo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de mayo de 2006