Leo con admiración las palabras que dedicó el miércoles 10 de mayo su periódico respecto a la muerte de Gregorio Rojo bajo el título Maestro de figuras.
Sorprendido de ver su nombre escrito, más sorprendido me quedé cuando descubrí que el artículo pertenecía a la sección de necrológicas. En él se contaba su historial como atleta y entrenador, pero lo que realmente subrayaría yo es el impulso que dio al atletismo en España.
Somos muchos los jóvenes que hacemos atletismo, ya sea por diversión, profesión o simplemente entusiasmo por el deporte. Somos muchos los que tenemos como sueño llegar a los Juegos Olímpicos como él consiguió en Londres en 1948. Somos muchos los que le echaremos de menos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de mayo de 2006