Josep Maria Huertas Claveria (Barcelona, 1939) se formó en la Escuela de Periodismo de Barcelona y lleva más de 40 años ejerciendo la profesión. Inició su carrera en el semanario Signo; ha trabajado en El Correo Catalán, Tele/Exprés, El Periódico, Diari de Barcelona y La Vanguardia, y ha colaborado en las revistas Presència, Cuadernos para el Diálogo y Triunfo. Ha sido director de la revista Oriflama y es autor de más de medio centenar de libros, muchos de ellos sobre Barcelona. Ejerció de vicedecano en la primera junta de gobierno del Colegio de Periodistas, elegida en 1986, y fue vocal entre 1997 y 2001.
Pregunta. ¿Qué le llevó a tomar la decisión de presentarse a las elecciones?
Respuesta. Me lo pidieron los cuatro ex decanos del colegio. Me costó decidirme; pero, ante la insistencia de dos de ellos, he acabado aceptando. Además, he podido confeccionar una lista que incluye a personas de mucha confianza.
P. ¿Considera que la crisis desencadenada el pasado enero por la dimisión del decano electo ha sido circunstancial o la evidencia de un grave problema que tiene el colegio?
R. Hubo un problema de incompatibilidad entre la candidatura ganadora y la perdedora que ha provocado una crisis circunstancial. Sin embargo, la profesión y el Colegio de Periodistas atraviesan desde unos años una crisis que obliga a revisar los objetivos de la entidad más allá de un cambio de sus estatutos. No se ha tenido la suficiente sensibilidad para abordar los cambios que en los últimos años ha experimentado la profesión, como el incremento de los periodistas free-lance y la aparición de los diarios digitales y gratuitos. La junta de gobierno que salga de las urnas el próximo lunes deberá abordar una refundación del colegio y nos creemos capaces de poder hacerlo a partir de la experiencia que poseemos, por eso el lema de nuestra candidatura es La feina ens avala.
P. ¿En qué consistiría esta refundación del colegio?
R. Además de contemplar este nuevo panorama profesional, que ha sido poco atendido, y la progresiva precariedad laboral, debe acentuarse la descentralización de la entidad para conseguir que todos los profesionales que no son de Barcelona se sientan más próximos al colegio y potenciar la defensa de la independencia profesional, que frecuentemente se ve amenazada.
P. ¿Cree que la crisis ha dañado la imagen pública de la entidad?
R. Sí. Cinco meses de crisis es difícil que no se noten. No ha sido sólo la dimisión del decano electo, sino el apaño de solución que se intentó con la candidatura única de Luis Foix. Todo sumado parece un culebrón. Hay que constituir de inmediato una nueva junta y seguir adelante.
P. Sólo un tercio los periodistas en ejercicio están colegiados, ¿qué cree que debe hacerse para incentivar la asociación de profesionales?
R. Hay que cambiar de mentalidad. En lugar de preguntarnos qué hace el colegio por los colegiados, debemos interrogarnos sobre qué quieren los profesionales que la entidad haga por ellos. Si se abordan los problemas que afectan a los periodistas, éstos se implicarán. Las cosas pueden cambiar, sin duda no será fácil, costará; pero no debemos desanimarnos, para eso nos hemos presentado a las elecciones.
P. ¿Se ve con posibilidades de ganar?
R. Sí, aunque también puedo perder, pero si me he presentado es para ganar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de mayo de 2006