A LA CONSULTA PRIVADA del Doctor House ha llegado esta semana el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón:
-Doctor, tengo una baronesa entre ceja y ceja.
-No me cuente lo que veo: baronesitis causada por arboleda. Por el puñal que trae en la espalda deduzco que padece usted también esperancitis.
-Crónica. ¿Es grave?
-Se pasa con una aspirina.
-¿Pretende curarme las puñaladas con aspirinas?
-¿Y quién quiere curarle a usted? Yo me refiero a los madrileños que estén con dolor de cabeza de aguantarles a ustedes y su política de zarzuela.
-Ande, recéteme algo. He tenido que retirar el proyecto de remodelación del Prado. ¡Y no lo entiendo! ¿No prefiere la gente la inteligencia a la aristocracia?
¡Pepe Bono lee revistas atrasadas en la salita de espera de la consulta privada del Doctor House!
-Supongo que trabajamos sobre la hipótesis de que la inteligencia es usted.
-Touché.
-Encima es usted cursi.
-Ríñame o cúreme, pero no las dos cosas a la vez, doctor.
-"Ríñame o cúreme". Habla usted como una canción de Rocío Jurado. Está bien. Tenga esto.
-¿Un libro?
-El gato con botas. Ahí verá que el destino de la inteligencia es servir a la aristocracia. El único gato del mundo que habla y su único objetivo es conseguir que su amo sea marqués. Maldito gato estúpido.
-Perdone, pero no capto la moraleja.
-¡Que no hay moraleja, hombre, que estoy cabreao y punto! ¿No ve que me pica la barba? Espero a otro paciente, adiós.
No es un paciente cualquiera. ¡Pepe Bono lee revistas atrasadas en la salita de espera de la consulta privada del Doctor House! Un machote, este House, que ya gruñe a su paciente:
-¿Pero usted no se había retirado, cagon Hipócrates?
-Soy como el Cid, doc Jaus. Sigo en el candelabro después de retirado. Verá: todo empezó con una manifestación en la que yo...
-No hace falta que me lo cuente. Está en todos los medios. Prensa, radio y televisión. Y si aún así no te enteras, por la calle se te cuelga alguien de la chepa y te grita: Eh, ¿sabes lo de Bono? ¡Me importa un carajo lo de Bono, hombre!
-Bueno, entonces, ¿qué, doc Jaus? ¿Lo mío ej grave?
-Lo suyo es insoportable. Disculpe, tengo una llamada. Dígame, imbécil.
Al doctor House le piden que atienda al Gobierno catalán. La respuesta de House es inequívoca:
-Se han equivocado de número. Llamen a un forense.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 14 de mayo de 2006