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Crítica:CANCIÓN

Otro tango

"Me largaste sin decirme hasta la vista. Y me has largao -¡che desgraciao!- por ese escuálido loro". Con esa pieza que Romero y Delfino escribieron en los años veinte, cantó La negra Bozán y habla de la infidelidad, abrió su función La Chicana. Solá y Estol se toman sus libertades con el tango. Se afilian al tango antiguo de fotografía sepia, antes de que éste se encabulara, desde una perspectiva posmoderna y tamizado por sus vivencias. Traen un joropo, un ritmo boliviano o esa chacarera lisérgica cuyo título -Lucho en el suelo con diamantes- remite al Lucy in the sky with diamonds, de Lennon y McCartney.

La Chicana cuenta con composiciones de Acho Estol como Sueño de morocha en conventillo o Juguete rabioso ("tengo un verso atragantado donde te mando a la mierda"). La patota y Sopapa son dos milongas suyas inspiradas por un personaje del hampa abatido por la policía y cuyo velorio se convirtió en espectáculo televisivo. Tocaron una adaptación irreverentemente porteña del Concierto para dos violines, de Bach, y estrenaron una obra de su próximo disco, Jacinto Chiclana, de Borges y Piazzolla, que Lola cantó en cuclillas con su voz dulce y áspera.

La Chicana

Dolores Solá (voz), Acho Estol (guitarra), Diego Malaguarnera (violín), Patricio Bonfiglio (bandoneón), Daniel Torres (contrabajo) y Rodrigo de Mahieu (percusión). Galileo Galilei. Madrid, 15 de mayo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de mayo de 2006