General Motors abrió ayer con una pérdida del 6,8% en Bolsa después de que la compañía anunciara una profunda reestructuración de su oficina de supervisión contable. La decisión se adopta en pleno proceso de investigación por parte de las autoridades reguladoras estadounidenses (SEC), ante la sospecha de que GM haya podido cometer irregularidades. Al término de la sesión la caída quedó en el 4,19%.
La reestructuración va acompañada de dos ceses. Paul Schmidt, supervisor financiero del grupo automovilístico, se jubilará a finales de 2006 tras 37 años en GM. Y Peter Bible, jefe de la oficina contable, dejará su cargo el día 1 de junio, después de 10 años en el grupo. General Motors agrupará los dos puestos en una sola persona, que aún debe ser nombrada.
El fabricante contrató, además, a la firma Alix Partners para que le asesore sobre los cambios que debe introducir en este ámbito, para evitar errores similares en el futuro. "Nuestro principal objetivo es minimizar los riesgos", dijo el director financiero del grupo, Frederick Henderson. La dirección de GM dijo hace dos meses que tenía que revisar la contabilidad desde el año 2000 hasta el primer trimestre de 2005 por detectar errores. La SEC había pedido en octubre información precisa sobre la contabilidad de sus pensiones y beneficios sociales, así como de las transacciones con la que fuera su filial de componentes Delphi.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de mayo de 2006