Me parece el colmo que la Conferencia Episcopal pida el 0,8% de IRPF para compensar que los católicos no les asignan su aportación voluntariamente. ¿Cuándo va la Iglesia católica a autofinanciarse y cuándo va a dejar de abusar de todos aquellos ciudadanos que no deseamos que nuestro dinero financie sus actividades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de mayo de 2006