Acabo de recibir la famosa carta que ha enviado Maragall para solicitar el voto en el referéndum del Estatuto, por cierto, escrita en catalán y castellano. Es curioso: los políticos que gobiernan Cataluña nunca utilizan el castellano en su actividad: ni en instituciones, ni en discursos oficiales ni en actos públicos. Sólo se acuerdan que existe el castellano para exigirnos los impuestos y pedirnos el voto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de mayo de 2006