Con Contigo me voy, su nuevo disco, Rosario Flores se prepara para una larga gira de verano. "En la última di 40 conciertos y me subí a 35 aviones. ¡Vuelo más que una azafata!".
Y desde pequeñita.
Empecé a sufrir las giras muy pronto. Recuerdo un viaje a Londres con mi madre y mi hermano Antonio. Llegamos más tarde de las doce de la noche y no encontramos ningún sitio donde cenar, sólo bares de strippers, y mi madre se cogió un mosqueo que nos cambiamos de hotel y todo.
Será una experta en maletas.Soy una monstrua. Nunca olvido unas zapatillas de deporte, un bolso grande donde quepa de todo y el pasaporte. Llevo una especie de lista en el ordenador de mi cabeza.
Le habrán perdido varias.
Muchísimas. Una vez en Quito tuve que salir a cantar vestida con la ropa de Maite, una de mis coristas. Me quedé hasta sin sostenes.
Y en los aeropuertos, ¿le dan sarpullidos?
No quiero ni olerlos. Les he cogido muchísima manía. Gracias a Dios me quedo roque en los aviones, tengo muy buen sueño.
¿Anécdotas transoceánicas?
En Salvador de Bahía di una fiesta, invité a Caetano Veloso y Carlinhos Brown, y alguien le robó la guitarra a Caetano. Me cogí un disgusto terrible porque era su guitarra más querida. No sabía qué hacer para disculparme. Ahora le he dedicado una canción, y, al menos, de lo malo va a salir algo bueno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 20 de mayo de 2006