El Eibar no pasó del empate a uno con el Lleida y, a falta de cuatro jornadas para finalizar el campeonato, consumó su descenso a la Segunda División B justamente un año después de acariciar hasta la última jornada el sueño de la Primera División -acabó el cuarto, a tres puntos del tercero-. El equipo armero puso fin a una trayectoria de 18 años consecutivos en la Segunda División -su último ascenso se produjo en la temporada 1987-88-, la más larga de un un equipo en la categoría. Con anterioridad el Eibar ya había militado en Segunda entre 1953 y 1958.
Un pésimo arranque del campeonato que ha arrastrado a lo largo de toda la temporada -tres entrenadores se han sentado en su banquillo- han condenado al Eibar al pozo de la Segunda B.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de mayo de 2006