Agentes del Cuerpo Nacional de Policía encontraron el pasado 18 de mayo en Badajoz el cadáver de un hombre de mediana edad maniatado y decapitado. El cuerpo estaba en el fondo de un pozo seco de 15 metros de profundidad, en un corralón abandonado próximo a la barriada de La Uva. En abril del año pasado, Joaquín G. S. desapareció de esta barriada.
El cadáver estaba en muy mal estado, pues había sido cubierto con cal viva y había un bidón metálico sobre él. Los resultados de la autopsia se desconocen por ahora. El juez ha decretado el secreto del sumario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de mayo de 2006