Estimado señor Caldera, estoy completamente de acuerdo con que se les quite las pensiones de viudedad para aquellos que posean rentas altas. Mi madre es viuda y entraría seguramente dentro de la categoría que prevé como lastre para el sistema de pensiones. Lo hemos hablado y las cuentas nos salen bastante bien con lo que podemos ir a firmar cuando usted estime: nosotros renunciamos a nuestra pensión de viudedad por ser "sucios rentistas" (si quiere lo ponemos tal cual en el acuerdo) y usted nos devuelve todo lo que cotizó a la Seguridad Social mi padre durante 40 años de duro trabajo. Actualizamos al interés legal todas las cotizaciones desde que empezó a trabajar hasta que murió y aquí paz y después gloria.
Dios nos libre de pensar que se le hubiera podido ocurrir una suerte de nacionalización de un dinero que ¡oh, sorpresa! no es del Estado ni de ningún demagogo investido de ministro: es simplemente de las viudas y viudos de trabajadores que han cotizado por el trabajo de toda una vida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 21 de mayo de 2006