El Congreso de los Diputados instará nuevamente al Gobierno a que elimine el certificado veterinario que actualmente deben tener en su poder los ganaderos cuando envían sus animales de vacuno u ovino al matadero.
Para el responsable de ganadería de UPA, Román Santalla, se trata de un requisito que no aporta ninguna garantía de seguridad para el consumidor, ya que, en la mayor parte de los casos, los certificados se hacen sin que el veterinario que los suscribe conozca la ganadería en cuestión.
En su opinión, este trámite solamente supone un coste injustificado para las explotaciones. El certificado veterinario se comenzó a aplicar en 2000 por la enfermedad de las vacas locas como un mecanismo para una mayor seguridad en la sanidad de los animales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de mayo de 2006