Nunca me gustó la religión y cada vez menos el fútbol, así que no entiendo la necesidad de crear una nueva religión justo ahora, que según todos los sondeos lo que menos atrae y preocupa a nuestros jóvenes es la religión, a no ser que necesitemos otro "opio" para distraernos. Fher.
En religión, no sé. Pero parece que en "interés general" sí. Creo que nuestros intereses debían tomar otros derroteros. Quizá la sociedad, en general, sería más solidaria. Imagine.
Yo creo que más que una religión se ha convertido en una válvula de escape. Lukas Trapaza.
No, para nada. Es sólo un divertimento de masas. Los fines son completamente diferentes aunque en las formas se puedan parecer. Molomace.
Estoy convencido de ello. Lamentablemente una gran mayoría de jóvenes y no tan jóvenes están desengañados de la política, de los sindicalistas y en definitiva de un futuro muy incierto, por tanto el fútbol se está convirtiendo en la "religión del siglo XXI", estando acompañado en ese camino por el botellón. Gavilani.
Ya lo es. Está a un paso de ser el opio del pueblo. Por eso viene bien combinar el disfrute del fútbol con otras cosas. Sin fanatismos. Freewheel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de mayo de 2006