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CARTAS AL DIRECTOR

El viejo sentido común

El viejo Carrillo, en su artículo del lunes 22, demuestra por architanta vez el viejo sentido común del que siempre hace gala. Y no es de despreciar todavía ese sentido a sus 90 años. El articulista que le sigue en esa página tal vez completa algo más el análisis carrillista, por ir a ciertos orígenes del problema.

Y yo, modestamente, quisiera buscar también mi explicación de lo que sucede. Y la achaco al tremendo fracaso educativo que se ha obtenido en estas décadas, pues en un caldo acultural tan fuerte como es el desarrollado por el desmantelamiento de la educación y enseñanza lo simple, vacío pero sonoro, lo zafio pero eficaz, lo incívico, insolidario, discriminatorio y racista, y, en suma y gravemente, la falta de cultura democrática (que primeramente es respetar al otro) ha llegado a tal límite que la juventud, y los ya no tanto, se alejan de los valores que debieron ser columna vertebral del Estado. Culpa es de quienes dejaron un vacío tan grande en los programas escolares, culpa de quienes consintieron que se olvidasen, culpa de quienes sólo pretendieron ventajas para su doctrina religiosa. Y así ahora sólo hay que volver a alimentar a los cachorros con la bazofia de los que siempre fueron lobos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 24 de mayo de 2006