Francesc Baltasar, consejero de Medio Ambiente y Vivienda, aseguró ayer que no está en el Gobierno para matar el tiempo. Anunció en el Parlament que quiere que la ley de la vivienda vaya al pleno del próximo 1 de junio. Usó un tono suave, pero puso a la oposición, incluida ERC, a los pies de los caballos al retarles a que frenen el proyecto que debe resolver lo que la ciudadanía considera el problema más importante.
El proyecto de ley del derecho a la vivienda puede ser debatido en el pleno del 1 de junio. El plazo para las alegaciones finaliza el 31 de mayo. Baltasar sugirió a los grupos parlamentarios negociar en paralelo, de modo que el pleno del Parlament pueda aprobar una ampliación del orden del día que incluya el debate de la ley. CiU y el PP anunciaron su voluntad de poner cuantas trabas sea posible incluso para el debate. Entre sus sugerencias se incluye convocar a personalidades para conocer su opinión. Estas personas no podrían ser convocadas antes de agosto con lo que la ley no sería aprobada en esta legislatura.
ERC presentará enmiendas, explicó el diputado Miquel Carrillo. Aunque el proyecto fue aprobado por un Gobierno con consejeros de ERC, una vez fuera, el partido recupera la libertad de discrepancia, sostuvo. Baltasar ofreció a todos diálogo urgente, aunque sus técnicos empezaron a calcular si cabe otra posibilidad para debatir la ley. La hay, sobre todo, si julio es habilitado para más plenos.
El PP pidió a Baltasar que se olvide de nuevas leyes y CiU negó al Gobierno la "legitimidad para aprobar" proyectos, y le pidió que retire el Natura 2000. Baltasar respondió que él piensa gobernar hasta el último minuto que esté en el cargo.
El consejero tuvo un detalle de humor al citar a Lenin. El reproche le llegó de los socialistas. El diputado Jordi Terrades hizo gala de "no haber leído" al teórico soviético porque él, dijo, es "partidario del mercado".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de mayo de 2006