El lobby eólico, que agrupa a 45 empresas que operan en el sector en Cataluña, ha advertido de que la potencia eólica asignada por el Gobierno central a Cataluña podría representar la pérdida de inversiones por valor de unos 2.500 millones de euros y un millar de puestos de trabajo, según un comunicado.
La propuesta de reparto entre comunidades autónomas que ha elaborado el Ejecutivo central otorga a Cataluña entre 585 y 1.284 megavatios de potencia instalada en 2010. El Plan de Energía catalán 2006-2015, aprobado en octubre pasado por el Gobierno tripartito, proyecta 3.500 megavatios en 2015.
El Departamento de Trabajo e Industria salió ayer al paso de la propuesta y de los mensajes de alerta de los grupos eólicos, al asegurar que mantiene sus previsiones: 3.000 megavatios de energía eólica en 2010 y 3.500 megavatios en 2015. "Esta implantación es posible técnicamente, adecuada económicamente, deseada socialmente y beneficiosa para Cataluña desde el punto de vista de la preservación del medio ambiente, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y del desarrollo tecnológico y empresarial", aseguró el gerente del Instituto Catalán de la Energía, Ferran Relea.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de mayo de 2006