El presidente de la patronal Fomento del Trabajo Nacional, Juan Rosell, lanzó ayer un mensaje de "optimismo" a las empresas catalanas y españolas instaladas en América Latina y las animó a permanecer en la zona pese a los problemas que han sufrido allí, como la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia.
"Hay que ser optimistas con los problemas que las empresas han tenido en América Latina y, ante la duda de seguir apostando por los países latinos o retirarse, es mejor apostar para que cuando amaine el temporal se pueda volver a invertir", señaló Rosell en Barcelona durante unas jornadas organizadas por Cinco Días, Fomento del Trabajo y Accenture sobre La internacionalización de nuestras empresas. Los países emergentes como palanca de competitividad.
El dirigente empresarial recordó que 2.000 empresas españolas están instaladas en el exterior, aunque señaló que las compañías deberían diversificar los países a los que exportan. En este sentido, Rosell destacó que los principales destinos para las empresas españolas son Estados Unidos, China, Brasil, Marruecos y Japón.
El secretario general de Comercio Exterior, Alfredo Bonet, también consideró necesario "incidir" en que la diversificación de los países a los que se exporta es "escasa" y ello es perjudicial en un contexto en el que la fortaleza del euro frente al dólar "ha perjudicado la competitividad española".
El coloquio, en el que se expusieron diversos casos de éxito empresarial en el mercado internacional, también contó con el ejecutivo sénior de Estrategias de Operaciones de Accenture, Michael Tse, y el consejero delegado de Lladró, Alain Viot, entre otros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de mayo de 2006