En este triste paisaje político actual, en el que todos quieren mantener lo "suyo" aprovechándose de lo "nuestro", blindar, blindaje, blindado son vocablos que hace poco sólo relacionábamos con las puertas y cajas fuertes y ahora están en boca de todos.
Los aragoneses quieren blindar el Ebro, los andaluces el Guadalquivir, los navarros sus fueros, los catalanes sus competencias, aunque luego tengan que pedir socorro a la Guardia Civil; los futbolistas sus contratos, la baronesa su Museo y sus árboles, los de Batasuna su impunidad...
Los vascos, para no ser menos, quieren blindar su concierto, y entre ellos, brillando con luz propia, como siempre, nuestro "original" alcalde Elorza quiere blindar el "proceso de paz" con el concierto de Bob Dylan y Mikel Laboa del próximo julio. No explica cómo, aunque quizá pretenda aplicar el conocido dicho "la música amansa a las fieras". Pero, conociéndole, no creo que se conforme con algo tan tradicional y dado su insaciable afán de protagonismo es capaz de arrebatar el micrófono a Mikel Laboa y cantar en inglés con Dylan, o viceversa.
En fin, que toca blindar o blindarse, como ustedes prefieran ciudadanos, yo por mi parte intento blindar mi inteligencia a ver si consigo que el afán estúpido-blindador que nos invade no me derrita el cerebro.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de mayo de 2006