El próximo miércoles, los arquitectos catalanes deberán elegir la nueva junta de gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña (COAC), uno de los organismos profesionales con más presencia pública e influencia en el entorno directo del ciudadano, ya que es el encargado de velar por la mejora de la arquitectura y el urbanismo así como de controlar a los profesionales de ejercen la disciplina.
El censo de arquitectos colegiados es de 9.017 profesionales, de los que 7.496 están en Barcelona, 666 en Girona, 420 en Tarragona, 334 en Lleida y 101 en la zona del Ebro. Éstas son las cinco demarcaciones del COAC en las que también habrá votaciones para elegir las respectivas juntas directivas y delegados, aunque en el caso de las correspondientes a Girona, Tarragona y Ebro hay una sola candidatura, por lo que esto supone la proclamación directa de las respectivas juntas. En Lleida se disputan el cargo Montse Giné y Melitó Camprubí y en Barcelona Antoni Amorós y Lluís Xavier Comerón.
Son unas elecciones disputadas porque, por primera vez, concurren tres candidaturas. La campaña ha sido intensa y muy competitiva, con notables diferencias en el programa de las tres personas que compiten por el deganato de la entidad para los próximos cuatro años. Optan al cargo el actual decano, Jesús Alonso, que quiere impulsar un grupo empresarial ligado al colegio y para lo que habrá que modificar los estatutos; el hasta ahora presidente de la demarcación de Barcelona, Jordi Ludevid, que apuesta por una estructura más territorial en el que las demarcaciones ganen peso, y Anna Puig-Pey, la primera mujer que opta al cargo y que ya formó parte de la junta de gobierno entre 1998 y 2002, que reclama una reducción drástica del presupuesto del colegio.
A los tres se les ha planteado que analicen cuál es el presente del colegio y cuál es el futuro que quieren impulsar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de mayo de 2006