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Miseria y paro, claves del drama

Xanana Gusmão ha convocado para hoy a los dos órganos consultivos de la nación: el Consejo de Estado y el de Defensa y Seguridad. "La intención es dialogar con todas las partes para desbloquear la situación", informó ayer el ministro de Exteriores, José Ramos-Horta. Gusmão, una parte del Ejército y un sector de la Policía creen que el primer ministro, Mari Alkatiri, ha sido incapaz de mantener la seguridad y que el presidente debe tomar las riendas. Alkatiri, una parte del Ejército y la otra parte de la Policía creen lo contrario. Pero anoche Gusmão y Alkatiri dieron los primeros pasos en la búsqueda de una solución.

El conflicto esconde apenas el profundo drama que vive el pueblo de Timor-Leste, la incertidumbre ante un futuro y un presente plagado de graves dolencias estructurales (miseria atroz, desempleo galopante, edad media de 20 años) y lleno de interferencias internacionales y geoestratégicas, lo cual ayuda aún menos a entrever una solución mágica, rápida o factible. "Quizá de aquí a cien años...", dice con sarcasmo un militar europeo.

Por un lado, la unidad nacional, que fue forjada tras heroísmos y sacrificios enormes durante la resistencia al ocupante indonesio por líderes tan cabales como Gusmão (que evitó todo tipo de terrorismo y fomentó una resistencia civilizada), ha durado exactamente cuatro años. Por otro, la seguridad, las instituciones centrales del Estado y las más elementales reglas del juego democrático han saltado por los aires sólo un año después de que las fuerzas de paz de la ONU salieran del país.

La crisis actual surgió el 28 de abril pasado, cuando acabó a tiros una manifestación de 596 militares contestatarios que habían sido expulsados del Ejército por el jefe de las Fuerzas Armadas, Matan Ruak (mano derecha de Gusmão en los años de la resistencia y hoy leal a Alkatiri), por haberse declarado en huelga en protesta por sus bajos sueldos. Los rebeldes se enfrentaron a los apenas 800 militares que permanecían leales a las Fuerzas de Defensa de Timor-Leste.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de mayo de 2006