Stendhal, Azorín, Cándido, El Roto... ¿De qué hablamos? ¿Desde cuándo es un problema usar seudónimo para emitir una opinión? Safaris.
Los seudónimos se emplean desde los albores de la literatura. Son necesarios cuando una persona no puede utilizar su nombre para expresarse libremente por temor a represalias. Rafacimata.
El ciberespacio es un lugar inmenso y desconocido. Los seudónimos son garantía de expresión con absoluta libertad. A diferencia del anonimato, en el que el autor no desvela su identidad, con el uso de seudónimo el autor sólo protege sus datos ante el gran público. Pero deja su tarjeta de identidad a fuentes que le merecen confianza. Emilio Effe.
Recuérdese que cuando se escribe en foros de Internet ya te has identificado previamente. Moski.
¿Quién piensa que las personas debemos ser muñecos con etiqueta o animales marcados a hierro? ¿Quién propone tal desaguisado talibánico contra la libre identidad? La pretensión de desnudez de la identidad es idéntica a la desnudez física que se establece en los centros donde se tortura. Desormais.
Si hay que dar una opinión, hay que hacerlo dando la cara. Utilizar seudónimo es como ponerse una máscara en carnaval y hacer lo que uno no se atrevería a cara descubierta. Y eso no es un buen síntoma. Ramón Sánchez.
Siempre que se cumplan unas normas de convivencia, respeto y lenguaje adecuado en los foros o chats, no hay por qué usar el propio nombre. Sabbia.
Comportarse con franqueza y de forma descubierta en Internet es una ingenuidad, comparable a ir por la calle, entre desconocidos, con tus señas y tus intimidades a la vista de cualquiera. Andy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de mayo de 2006