Los mercados de valores europeos protagonizaron ayer una importante reacción tras abrir la sesión con importantes pérdidas que, en parte, eran consecuencia de la caída del 2,47% registrado en la Bolsa de Tokio y que daban continuidad al ambiente vendedor de la víspera.
El Ibex 35 llegó a perder más del 1% en la apertura, pero la inversión a corto plazo se hizo cargo de la situación ante la proximidad del nivel de los 11.000 puntos, una referencia poco importante pero que, de perderse, pondría al mercado frente a la resistencia de los 10.800 puntos.
La relativa calma en el mercado del petróleo y el IPC de mayo en la eurozona, con sólo una décima más que en abril, fueron argumentos más que suficientes para favorecer la toma de posiciones en unos mercados en los que los criterios que definen lo caro y lo barato son prácticamente intercambiables en cuestión de minutos.
El principal índice de la Bolsa española terminó la sesión con un avance del 1,57% y tan cerca de la resistencia de los 11.560 puntos como estuvo a primeras horas de la mañana del soporte de los 10.800, lo que indica que el margen de maniobra es muy corto para unos inversores muy inquietos.
El mes de mayo termina con una caída del 4,64% en el Ibex 35, mientras que el Ibex Medium baja el 5,98%, y el Ibex Small Caps, el 7,36%.
El índice de confianza económica de la eurozona del mes de mayo subió un punto y logra el mejor registro en casi cinco años, lo que indica que la posibilidad de una subida de los tipos de interés empieza a estar asumida en términos generales.
La contratación en el mercado continuo fue de 3.965,41 millones de euros, con escasa actividad institucional.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de junio de 2006