Considero totalmente desproporcionada la cobertura informativa desplegada por el fallecimiento de Rocío Jurado. Entiendo y comparto con mucha gente el sentimiento de dolor por la pérdida de una cantante que, además de deleitarnos con su arte, ha paseado por el mundo el nombre de España; pero si hacemos comparaciones con otros óbitos de gente ilustre que ha dejado un importante legado para la ciencia, el arte, la cultura..., el seguimiento que los medios de información han dedicado a la enfermedad y muerte de La Chipionera me parece una desmesura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de junio de 2006