Los 2,5 kilómetros de espigones y diques que se construirán frente a la costa de Barcelona deberán sumergirse más de lo previsto para garantizar que el agua circule y no quede estancada. Éste es al menos el planteamiento del consistorio, que ha presentado alegaciones al proyecto del Ministerio de Medio Ambiente. A partir de julio, los bañistas podrán utilizar una nueva playa, de casi 400 metros, situada entre el Fórum y la Nova Mar Bella.
La línea de espigones prevista por el Ministerio de Medio Ambiente, que los construirá el próximo año, pretende poner fin a uno de los problemas recurrentes de las playas de Barcelona: que pierden mucha arena. Los diques protegerán la costa y evitarán que los temporales de invierno se lleven toda la arena. La cruz de la moneda es el riesgo de que el agua quede estancada en una especie de gran lago salado y, en consecuencia, su calidad merme.
En la presentación de la temporada de playas que hoy empieza, la tercera teniente de alcalde, Imma Mayol, aseguró que los diques no serán bloques sólidos e inquebrantables, sino que tendrán "agujeros" que permitirán la circulación del agua. Aun así, anunció que el Ayuntamiento de Barcelona ha presentado alegaciones a la propuesta ministerial. El consistorio pretende que, en lugar de los dos metros previstos, los espigones se construyan "a tres metros o más" de profundidad respecto al nivel del mar. Además, ha exigido que la orientación de estas construcciones sea compatible con la práctica del surf, después de las protestas de este colectivo. "Hay que buscar un equilibrio entre la preservación de la arena y la conservación del agua", indicó el alcalde de Barcelona, Joan Clos.
Clos expresó su satisfacción por la nueva playa, la sexta de Barcelona, que se ha ganado a costa de la reducción del futuro zoo marino. La playa, cuya arena provendrá de la localidad de Premià, aún no ha sido bautizada oficialmente.
Como novedad de la temporada de playas, que se alargará hasta el 26 de septiembre, el consistorio ha creado un centro de información sobre los servicios y equipamientos del litoral, que está ubicado en la Barceloneta, frente al hospital del Mar. Además, la playa de la Nova Icària contará con una "boya bacteriológica" que proporcionará datos sobre el estado del agua. La información podrá consultarse en Internet.
El Somorrostro existe
Para el Ministerio de Medio Ambiente, el Somorrostro sigue vivo. Pese a que han pasado ya 40 años desde que esta barriada de barracas, cuna de la bailaora Carmen Amaya, fue desmontada tras una visita del dictador Franco, la Dirección General de Costas se empeña en lo contrario. A esta porción de costa entre el Puerto Olímpico y la Barceloneta, los mapas del ministerio le dan un nombre de triste recuerdo: "Playa del Somorrostro".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de junio de 2006