La ministra de Sanidad, Elena Salgado, reconoció que hubiera deseado una declaración "más ambiciosa", sobre todo en los puntos que se refieren a los derechos humanos, la lucha contra la discriminación de la mujer y en la participación de la sociedad civil. Aún así, destacó que el consenso era clave. "El sida no es sólo un problema sanitario. Es también un problema social que requiere nuevas políticas, nuevos compromisos".
España espera que esta declaración suponga un paso adelante en la lucha contra la epidemia. "Todos los países han hecho esfuerzos", dijo. La ministra destacó las referencias a la igualdad de género, estigma y discriminación, salud sexual y reproductiva y participación de la sociedad civil y de las personas que viven con el virus.
En su intervención ante el plenario, la ministra reiteró la importancia de las medidas de prevención, y en concreto citó el uso del condón y la reducción de los daños asociados al consumo de drogas inyectables. Salgado recordó que España incrementará un 42% su aportación al Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de junio de 2006