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Crítica:ROCK

Lo bordaron

En, posiblemente, la mejor de sus visitas a Madrid, los Red Hot Chili Peppers dieron una soberana actuación en la que sí hicieron gala de verdadera actitud de banda de rock y eso es algo que no pasaba desde hace tiempo. Con diseño escenográfico alucinante, la banda realizó un espléndido repertorio en el que, si bien sonaron por obligación los temas de su último trabajo, Stadium Arcadium, el grueso del concierto correspondió a sus éxitos de siempre.

Los cuatro músicos estuvieron extraordinarios, conjuntados, potentes y salvajes, como procede a un grupo de rock de verdad. Pero hay que hacer hincapié en la labor de John Frusciante, quien, con una clara deuda estilística contraída con Jimi Hendrix, se convirtió en el centro de toda la actuación, atreviéndose incluso a hacer una insólita versión en solitario del How deep is your love, de los Bee Gees, de la que salió airoso con un excelente falsete.

Red Hot Chili Peppers

Anthony Kiedis (voz), Flea (bajo y coros), John Frusciante (guitarra y coros) y Chad Smith (batería). Palacio de deportes. Madrid, viernes 2 de junio.

Con espectaculares duelos entre el baijista Flea y Frusciante, ritmos poderosos y un cantante que quizá fue el que más flojo estuvo, la banda literalmente lo bordó en temas como Can't stop, Dani California. Muy, pero que muy bien.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de junio de 2006