Lamentables me han parecido las declaraciones realizadas por el papa Benedicto XVI en su reciente visita a Auschwitz; en el que fuese el trágico campo de concentración, se preguntaba el Papa: "¿Dónde estaba Dios aquellos años?". Y me parecen lamentables sobre todo viniendo de quien debe ser el máximo creyente de todo el catolicismo mundial. Yo me hago en cambio otras preguntas:
-¿No sería mejor averiguar dónde estaba la Iglesia católica en aquellas fechas, precisamente la institución que hoy dirige usted?
-¿Por qué miraba para otro lado siendo totalmente consciente de la muerte de millones de seres inocentes?
Estaría bien que Benedicto XVI mantuviese la línea de reconciliación ya iniciada por su predecesor Juan Pablo II, quien no dudó en pedir perdón a todos los pueblos que en su día sufrieron la injusticia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de junio de 2006