Actualizar lo conseguido y trabajar por nuevos retos: conciliar la vida laboral y familiar de todos los trabajadores, defender a los nuevos proveedores de mano de obra barata -los inmigrantes- y luchar por un primer empleo digno para los jóvenes. Siempreviva.
Para lo que hacen, es mejor que desaparezcan. Andalusi.
Creo que, dado el poco apoyo que tienen por parte de los mismos trabajadores, demasiado hacen. Los trabajadores pretendemos que sean los otros los que nos saquen las castañas del fuego, sin quemarnos ni siquiera una pizca. Inna.
Deben hacer una campaña de afiliación masiva, pues el porcentaje de trabajadores sindicados es muy bajo. Luego, crecidos, usar más la huelga para igualar a los ciudadanos y ciudadanas de esta tierra. Elisa Serna.
Deben apostar por una sociedad meritocrática. Tienden a tener un comportamiento excesivamente corporativista. Isaac Newton.
Lo que aún no se ha modernizado en este país son los salarios miserables, la precariedad, la carestía de la vida, el precio de la vivienda... Estos parámetros siguen instalados en siglos pasados. Los sindicatos, a defender a los trabajadores y no a hacer de economistas. Sergueiv.
Deben regenerarse generacionalmente, bajar de la parra dialéctica seudoizquierdosa y aplicarse a conseguir trabajo para todos y no sólo defender a los que ya lo tienen. Si no cambian, su futuro se asemejará al de la Iglesia católica española: una superestructura que no representa a casi nadie, subsidiada por el Estado, que va enredando para conservar sus privilegios. Balmes Atónito.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 5 de junio de 2006