Representantes de cinco asociaciones dieron ayer una conferencia de prensa para rechazar la politización de las víctimas del terrorismo. De izquierda a derecha, Santos Santamaría, padre de un mosso d'esquadra asesinado por ETA en marzo de 2001 en Roses (Girona); Juan Domínguez, víctima del incendio del hotel Corona de Aragón en marzo de 1979; Gorka Landáburu, periodista, sufrió graves lesiones por la explosión de una carta-bomba de ETA enviada a su domicilio en mayo de 2001; Joaquín Vidal, funcionario de prisiones, lesionado gravemente en junio de 1991 por una carta bomba que ETA envió a la prisión de Sevilla, y Pilar Manjón, madre de una víctima del 11-M.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de junio de 2006